Agustina López
El emprendimiento neuquino que experimenta con el té y la yerba para lograr explosiones de sabores
Té & Compañía es un proyecto familiar que surgió en la pandemia, inspirado por viajes a China y Hong Kong y fortalecido en Villa La Angostura. Dedicados a la producción del té, en 2023 decidieron incorporar una nueva infusión tras una visita a Misiones: la yerba mate.
“El mundo del blending es un universo de alquimistas, en cada taza con buenas hebras se produce la magia”, dice la página web de este emprendimiento local que busca hacer con cada infusión una “celebración de cada instante”. Blends de hierbas para tomar el té, donde se mezclan aromas y sabores patagónicos; accesorios como teteras e infusores, sets para tomar el té, libros y, la última adquisición, yerba mate, son algunos de los productos que ofrecen.
A partir de su amor por el té y por “la felicidad de compartir con la energía de lugares que amamos”, según afirman en la web, es de sus viajes y vivencias desde donde toman inspiración para cada camino a seguir. Tal fue el caso de la yerba mate, nacida de una visita al norte argentino.
“Viajamos el año pasado a Misiones para aprender más sobre el té, y fue donde aprendimos sobre la yerba, porque pudimos conocer un montón de lugares donde se cosecha y cómo es el procedimiento”, sostiene Ignacio Haag, de 25 años, en cuya espalda recayó la administración de este nuevo brazo del emprendimiento familiar. “Ahí nos terminamos de enamorar de la yerba, es un mundo nuevo que está increíble, es muy apasionante. Yo soy muy fanático de todo lo que es yerba, consumo muchísimo, así que hace bastante tiempo queríamos hacer algo con eso”.
Su primera yerba es con coco. Al preguntarle por el proceso para lograr la mezcla perfecta para lanzarse al mercado, Ignacio recuerda que “la idea del coco creo que fue de mamá. Después de varias pruebas, llegamos a la yerba con coco, que era una manera mucho más fácil de tomarla porque no da acidez, no resulta muy amarga ni astringente, así que nos gustó mucho la combinación”.
Una característica de Té & Compañía es que no se quedan con un solo gusto. Tal es el caso de sus blends, que incluyen mezclas con frutos rojos, hibisco, manzana, vainilla, naranja, caléndula, rooibos, coco, cacao, canela, rosa mosqueta, manzanilla, pétalos de rosas, menta, boldo, miel, arándanos, cardamomo, pimienta rosa y de cayena, jengibre, anís estrellado, clavo de olor cedrón, lemongrass, limón, jazmín, duraznos, azahar y bergamota.
En cuanto a la yerba mate, pareciera que la creatividad recién está atravesando la puerta. Y es que, mientras buscaban el sabor ideal, “teníamos un montón de ideas en la cabeza: hacer una cítrica, de frutos del bosque, con especias, un montón más y estamos trabajando en eso actualmente”. Quedará por ver qué otras variaciones vendrán.
El negocio tiene roles muy marcados. Adriana, la madre, está al frente de la parte creativa. Antonella, la hermana, es sommelier, y además toma las riendas en la rama administrativa y del marketing. Horacio, el padre, se encarga del transporte y packaging. Pero Ignacio, que mientras solo comerciaban té se encargaba de la administración, dio un paso adelante: “como ya tenía un poco más de cancha, ponele, con lo del té, le dije a mi mamá si me podía encargar yo de la parte de la yerba porque me interesaba”. Sin embargo, sostiene que “la dinámica no cambió tanto, siempre fue una cosa que lo vamos dialogando entre todos y vamos viendo qué es lo que más nos conviene”.
El mundo de la yerba es algo nuevo en Té & Compañía, pero que no panda el cúnico. Para cerrar el encuentro, Ignacio nos dejó algunos tips para preparar el mate ideal: “que el agua no se hierva ni que esté tan caliente: a unos 70 u 80 grados está perfecto. Siempre lo ideal es hacer la famosa ‘montañita’. E ir llenándolo de a poco para que el mate dure más, porque si lo llenás de golpe se va a lavar rapidísimo. Ya con esas tres cosas, tenés la clave para un buen mate”.
Redacción: Agustina López
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