El Punto Táctil: la primera editorial artesanal de Neuquén que hace libros en braille
- descubritudestino
- 3 sept
- 4 Min. de lectura
Desde el corazón de la capital, este espacio independiente reedita y difunde obras de autores y autoras regionales para acercar la literatura a todas las personas, con y sin discapacidad visual.

En los locales 54 y 55 de La Nave Cultural, no hay espacio libre de texturas, tintas, hojas y tapas. Un sillón rojo te invita a sentarte y admirar las estanterías colmadas de libros, elegir tu favorito y pegarle una hojeada mientras el aroma a mate recién cebado flota por el ambiente.
“Autogestiva, autodidacta y autónoma”, así define a la editorial El Punto Táctil su fundador, Jesús Chocobar. Desde 2018, el lugar rebosa de escritos de autoras y autores regionales reeditados en un sistema de acceso universal. Con páginas cargadas de braille y tintas, todas y todos, tengan o no discapacidad visual, pueden tener una buena lectura neuquina por igual.

“No hacemos libros para personas con discapacidad: hacemos un libro al que puede acceder cualquier persona”, cuenta el joven a Descubrí Tu Destino. El sistema braille es acompañado por letras grandes y en color que contrastan con el fondo. Esto permite que el mismo texto pueda ser leído por alguien con ceguera, con disminución visual, por personas mayores y hasta acompañantes sin discapacidad, como las familias de niños y niñas que quieren compartir un momento de lectura.
Con tres máquinas de escribir mecánicas Perkins, Jesús escribe a mano, punto por punto. Utiliza el formato letra por letra para que toda persona con un nivel básico de lectoescritura pueda comprender el texto. Por eso, los materiales que reedita son breves, como poesías, relatos cortos y fanzines, aunque también hace mapas hápticos y pedidos personalizados. Entre anécdotas, recuerda la vez que un joven le pidió transcribir en braille las cartas de amor que había escrito para su pareja ciega.

Y así como lo es artesanal, la editorial es bien regional. Para dar un impulso a las producciones locales, solo trabaja con escritores y escritoras de la provincia como Elizabeth Ojeda, Juan Pablo Iozzia, Sofía Olguín y Jeremías Neumeyer, quien fue destacado por el concejo deliberante de San Martín de los Andes por publicar el primer libro en braille de la ciudad.
Desde 2015, Jesús trabaja en el ámbito de la discapacidad y el acceso a la información, y notó que no había a disposición materiales por fuera de la currícula escolar o de necesidades específicas gubernamentales. Ese es uno de los motivos por el que, además, El Punto Táctil publica con código abierto: “Lo dejamos a disposición por si alguien más quiere tomar el diseño y reeditarlo. En ese sentido estamos abiertos a que otras personas también se animen a trabajar en el ámbito editorial”, menciona.

Y por supuesto que los precios acompañan la impronta accesible: una tirada de cinco ejemplares realizados a mano, con diseño, diagramación, texturas, transcripción, impresión, marcación letra por letra y anillado lleva aproximadamente 10 días. Sin embargo, sus valores rondan entre los $15.000 y $25.000.
“También pensamos en dónde estamos cuando feriamos. Por ejemplo, hemos feriado en un encuentro de docentes y no les podemos ofrecer un libro de 50 lucas porque tampoco lo van a llevar. Feriamos en la avenida, en ferias alternativas de libros, en el Andén, en centros culturales. Pensarse en esos espacios de resistencia también es pensarse colectivamente”, sostiene.

Desde hace seis años que realiza talleres de Introducción al Braille para que la comunidad aprenda más sobre el alfabeto, los números, el código y tengan un primer acercamiento al sistema. “Yo veo que el braille es algo obsoleto frente a las tecnologías, entonces termina siendo como arte. Pero no lo es, es un medio para entender la comunicación, entonces siempre lo pensé desde ese lado social, comunitario”, añade.
De familia artesana, Jesús cuenta que la imaginación siempre estuvo a la orden del día en su hogar entre las montañas de San Martín de los Andes. “Mi hermano es artesano y mi hermana más chica también está vinculada con las artesanías. Mis viejos eran tapiceros, trabajaban con las manos y eso fue lo primero que percibí en el mundo: que podés construir cosas, armar, crear”, recuerda.

Esa niñez aún hoy se hace presente en su vinculación con el emprendedurismo: más que un trabajo, la editorial es una forma de intervenir y construir algo en la comunidad. “Emprender lo pienso desde una militancia, cómo nos involucramos, del posicionamiento ideológico que viene acompañado con todo lo que hacemos. El braille lo podés encontrar en museos, por ejemplo, pero no quiero que quede en eso, en una simple anécdota de lo que aportás, sino que tenga llegada y que la gente se sorprenda cuando agarra un libro y ve que tiene braille”, afirma.
La militancia disca de Jesús se vuelca en el territorio de muchas formas. Desde la editorial y su colaboración con diferentes instituciones públicas y privadas; desde los talleres; desde el acompañamiento en la transición, orientación y movilidad que hace junto a personas que están quedando ciegas; desde su trabajo en la universidad como acompañante de trayectoria de personas con discapacidad.

Como estudiante de historia y persona con discapacidad visual, la experiencia de vida de Jesús es motor suficiente para movilizar el emprendimiento. Lejos de lo económico, su mayor objetivo es contribuir en la construcción de la autonomía de los sujetos y “garantizar el derecho al acceso a la información”. Gracias a esa impronta, sus libros no solo llegaron a la provincia sino también a Buenos Aires, La Pampa, Mendoza e incluso a Noruega.
Con ideas de incorporar los audiolibros y la lengua de señas, El Punto Táctil es un proyecto en constante movimiento. “Soy fielmente creyente que tenemos que crear puentes y redes para pensarnos con el otro. Creo que es bastante fundamental, más en estos tiempos. Si no te amuchás un poco, si querés quedarte solo esperando que alguien venga a comprar un libro… muchos proyectos caen por eso. Hay que pensarse también con la comunidad”, concluye.

¿Dónde encontrar El Punto Táctil?
En su local de La Nave Cultural (Tierra del Fuego y Mazzoni), donde también está su librería El Aguantadero de Libros.
Redacción: Agustina López
Comentarios