Natina: dulces y licores artesanales con alma familiar desde el corazón del Valle

Hechos con frutas propias y recetas sin conservantes, sus productos combinan sabor, salud y tradición.

“Artesanal, natural y regional”, así define Natalia Andrada a Natina. Desde el corazón del Valle, el proyecto familiar rebosa de identidad e invita a llevar a casa un pedacito dulce bien neuquino.

Los productos son hechos a mano y con recetas propias. Natalia se dedica a los alfajores, dulces, galletitas y nueces rellenas; su marido, Federico Rozza, a los licores, cerveza y gin. Además, el equipo tiene una ayuda especial: “nuestra hijita, si bien no trabaja, acompaña y es el alma de nuestro emprendimiento. Lola es nuestro sol y alegra cada momento de nuestras vidas”.

Hoy en día cuentan con más de 20 sabores de alfajores, todos hechos con 50% de harina de almendras para darle una textura y humedad especiales. Además, la elaboración es sin conservantes ni aditivos, solo con frutas y azúcar, para que además de ricos sean lo más sanos posible.

“Siempre, desde muy chica, he comido muy saludable. Y cuando empezamos a hacer los dulces solo con fruta y azúcar, pensamos que era por ahí. Mi hija come mucha fruta y muchos frutos secos desde muy pequeña. La riqueza nutricional que hay en ello es incalculable”, menciona Natalia.

Lo que comenzó con dulces artesanales, pronto mutó hacia la creación de productos hechos con materia prima local. Tal fue el caso del gin: primero con botánicos típicos, después con un destilado de rosa mosqueta -identitario de la Patagonia-, hasta que decidieron incorporar algo más cercano a casa e incluir hierbas de las bardas.

Pero la materia prima no solo es regional, sino también propia: frutos secos, manzanas, membrillos, higos, frutos rojos, frambuesas, entre otros, son producidos en las chacras de la familia. Ella es licenciada en Psicopedagogía, él estudió Agronomía y es tercera generación de productores del Alto Valle, por lo que la fruticultura es moneda corriente en su día a día.

“Me llamaba la atención que no se le diera un valor agregado a la fruticultura, me inquietaba que no hubiese en el Valle productos regionales como en algunos lugares turísticos de la cordillera, sobre todo teniendo la materia prima para elaborarlos”, menciona la profesional a Descubrí Tu Destino sobre los inicios del proyecto.

La producción es a demanda y los tiempos se intercalan con los horarios de trabajo por fuera del emprendimiento. Sin embargo, la satisfacción es total. “Nos moviliza mucho que nos conozcan, que sepan que hay productos regionales artesanales de calidad”, afirma.

Si bien el público varía en preferencias, Natalia sostiene que hay dos opciones estrella para los días fríos: “tenemos los fanáticos de las galletitas de avellanas y los súper fanáticos del gin. Pero creo que lo que más convoca en el invierno es un alfajor con una copita de licor, que tiene dulce de leche, cacao y avellanas”.

Natina no tiene local propio, pero sí hacen delivery a domicilio y participan de eventos. Toda la información se comunica a través de sus redes sociales y teléfono, y también por esos medios se hacen los pedidos.

Instagram: @natina.alfajores

WhatsApp: 2995357911 

Redacción: Agustina López