Pato Crearte: La nueva tendencia en tablas para picar
Actualizado: 14 jun 2023
El emprendimiento familiar arrasa con la creatividad y calidad de sus productos. Lineales, zigzag, 3D y muchos diseños más. Pato Crearte está conformado por Patricia Unzaga, Ángel Villegas, ambos de 50 años, y su hijo Martin Villegas, de 25. La familia se sitúa en Neuquén Capital y Hace 3 años comenzaron su aventura en la elaboración y reversión de tablas para picar.
El primer acercamiento con la madera fue por parte de Patricia. “Antes de que nacieran mis hijos, ya trabajaba con una amiga en Jujuy haciendo materiales didácticos para los jardines. Después, me casé y me vine a vivir a Neuquén. Ese emprendimiento que tenía en Jujuy lo traje acá y gracias a dios, me fue bien. Me encanta trabajar la madera”, comentó. Sin embargo, por un tiempo dejó su labor debido a la maternidad.
Durante el 2020, retornó al trabajo con la madera sumando nuevos compañeros. “Ya venía mirando hace mucho cómo se hacían las tablas de picar. Primero fui mirando sola hasta que me largué y tiré el comentario en la familia. Quien me apoyó es Martin, uno de mis hijos, y mi marido. Quise hacer esto como emprendimiento,” manifestó Patricia. Por su parte, el joven se entusiasmó por la originalidad de los diseños y le pareció una buena oportunidad. “Si no está acá, vamos a hacerlo nosotros. Como mi mamá ya tiene la experiencia, agarramos y fuimos a comprar materiales. Empezamos con pocas máquinas, la primera fue la sierra circular para arrancar a cortar. Además, buscamos bastante dónde conseguir una madera dura porque no es común en la zona. La mayoría viene del norte de Misiones, así que costaba,” aclaró Martin.
De esta manera, el emprendimiento familiar dio sus primeros pasos. A medida que vendían las primeras piezas, compraban maquinarias y herramientas para acelerar la producción. Pato Crearte tiene variedad de diseños en tablas para picar, además pueden ser personalizados y variar las dimensiones según como lo desee el cliente.
Los diseños lineales son unos de los más requeridos, intercalan diferentes tipos de madera para obtener el resultado final. También podemos encontrar en zigzag, degrade, 3D, a cuadros, entre otros muchos más. La emprendedora comentó: “Cuando vienen a la feria, ven los diseños en 3D y los tocan. Creen que se hunden porque se ve una pequeña desviación”.
Las maderas utilizadas para su fabricación es el cancharana, paraíso, persiguero, lenga o guayubira. Cada tabla puede contener dos o más tipos. Para una mayor personalización, hace poco incorporaron un láser para grabar nombres o logos en el producto. “Cuando nos piden una tabla igual a la que ellos vieron, nosotros siempre le decimos: “No va a ser igual, pero parecida”. Como es artesanal y no una copia, es así. En una ocasión, una señora nos pidió un diseño que había visto en nuestra página y le dijimos lo mismo, a ella le encantó como quedó. Era una de 50 centímetros y la tiene como cuadro en la pared de tanto que le gustó”, manifestó Patricia.
Para fabricar nuevas tablas, verifican los diseños faltantes y ponen manos a la obra. “Todo empieza con diseños de líneas como para llegar a algo. Cortamos un listón de un color y de otros. Para unirlo, se usa una cola especial que es resistente a la humedad y es atóxica, ya que va a estar en contacto con alimentos. Después se prensa con fuerza y dejamos pasar 12 horas hasta que se pega”, explicó Martín.
Durante el armado, las maderas se van intercalando según el patrón requerido. Por su parte, Patricia manifestó: “Me imagino cómo van a quedar las líneas en zigzag, pero a veces tuve que suspender porque no tengo madera. Entonces, tenés ocho listones distintos y ahí se ve que diseño podés hacer. Empezas a cortar, a pegar. Más o menos lo que tenés en tu cabeza te sale”. Desde el primer corte hasta su terminación, las tablas pueden tardar entre una semana o 10 días. Uno de los factores variantes es la temperatura del ambiente debido al secado. A su vez, la complejidad del diseño juega un rol fundamental. Entre pegado y pegado, se tiene que esperar unas 12 horas. En este sentido, hay piezas necesitan sólo una sesión de pegado y otras que requieren más.
Si bien reciben muchos halagos por su trabajo, el valor al trabajo manual puede ser una adversidad. “Es difícil vender este tipo de productos porque, además del costo, no todos lo van a apreciar. Cuesta encontrar quién lo ve de esa manera porque una tabla del material que sea te va a hacer lo mismo que la nuestra. Hay que ver quién te lo aprecia con el arte que tiene atrás. Todo lo que tuviste que hacer, invertir y de saber manejar la madera”, manifestó Martin. Asimismo, la experiencia previa de su madre ayudó al joven a tener más conocimiento sobre el material y el uso de las maquinarias.
La familia demuestra una gran destreza y dedicación a la hora de fabricar su producto. No sólo destacan en sus diseños, sino también en la calidad. Cada día procuran perfeccionarse aún más. “Soy muy detallista. Hasta que no quedan como quiero, porque es un producto que tiene que quedar para mí perfecto, no la termino. Puedo estar tres horas haciendo una sola tabla, viendo los detalles, corrijo, todo.” aseguró Martin. “Estamos hace tres años y, no estamos mintiendo, no tuvimos ni una queja con ninguno de los productos. Eso es bueno. Se habla de que el producto es duradero, siempre y cuando lo cuides obviamente.
Recibimos tablas de gente que por ahí la maltrataron mucho, la restauramos, la lijamos y la dejamos toda como nueva”, agregó Martín. Sus planes a futuro son expandir su emprendimiento y encontrar más público. Además, el joven emprendedor comentó: “Tengo más ideas con el tema del láser. Por ahí hay gente que no se anima a hacer algo distinto. Yo tengo la idea de hacerle diseños a toda la tabla, pero todavía no me lo han pedido. Quiero que alguien venga y que me diga un diseño particular. Eso lo que lo que me gustaría”.
Para chequear más acerca de Pato Crearte, pueden visitar sus redes sociales. Además,
suelen asistir a las ferias de Neuquén Emprende.
Instagram: pato.crearte
Facebook: facebook
Redacción: Agustina Figueroa
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