Rococó, la pastelería vegana artesanal que revoluciona Neuquén Capital

Pedidos personalizados y producción 100% manual desde el corazón de Barrio Belgrano.

El deseo de inclusión late fuerte en el emprendimiento de Guada Baracat. En las juntadas con sus amistades, ella es la encargada de proveer el plato dulce. Con lo salado cada persona se arregla, si alguien no puede o no quiere comer algo se lleva su viandita y a otra cosa mariposa. Pero lo dulce acompaña un momento de relax, de compartir el mate o el café con charlas banales o profundas. Lo dulce se transforma en un medio de unión, así que no puede fraccionarse.

“No me gusta dejar a nadie afuera, mi plan es siempre incluir a todos en la mesa”, comenta la pastelera a Descubrí Tu Destino. Lo que comenzó con alguna que otra venta hoy es Rococó Pastelería, un proyecto que llena las mesas neuquinas de tortas comunes, con formas, grandes y chicas; alfajores, tartas, boxes, chocolates, cupcakes, cookies, masas secas, tabletas de chocolate y más.

“Había dejado la carrera, estaba estudiando ingeniería y siempre decía ‘me recibo y voy a cocinar’. Así que dije ‘voy a dedicarme a lo que realmente quiero que es cocinar, hacer pastelería’”, dice Guada.

Los primeros pasos fueron bien autodidactas pero, más temprano que tarde, se dio cuenta de que el techo se acercaba. Por eso, en 2023 estudió Pastelería Profesional en el Instituto de Cocineros Patagónicos. De a poco se hizo con la formación y experiencia suficientes para que el proyecto despegara con amor y esfuerzo.

La producción es manual de pe a pa “porque no a todos nos gusta lo mismo ni de la misma manera. Entonces el hacerlo de manera artesanal da la posibilidad de hacerlo como a uno le gusta y después conseguir una comunidad que también le guste cómo lo hacés vos”, afirma.

El taller se ubica en su casa y las jornadas varían por objetivo. Hay días dedicados para hacer las bases del stock principal, como bizcochuelo, masa de tartas y todo lo que pueda mantenerse sin perder su textura y sabor. Otros son para armar las tortas en sí, crear los rellenos, las golosinas y hacer las decoraciones finales. “Intento que no se me vaya tanto el horario porque, si es por mí, estoy todo el día con la pastelería”, menciona la profesional.

Los sabores son los infaltables en cualquier mesa dulce: brownie, lemon pie, cheesecake, tartas crumble, de coco y dulce de leche, y un gran etcétera. Y si bien todas las variedades se hacen de manera tradicional, también son adaptadas porque “hace que el público vegano o alérgico pueda comer un clásico, y eso está re bueno. De hecho, he dejado de hacer ciertos productos tradicionales porque no los puedo ofrecer en sus versiones veganas. Lo único que no ofrezco es el merengue vegano, no me gusta ni me amigo con el resultado”.

Su especialidad son las tortas, que ofrece con distintas formas y tamaños: de números, de letras, de corazón, más altas, más pequeñas, decoradas con memes y más. Y todo es personalizable, para que cada cliente pueda llevar algo bien rico, clásico y propio a cada juntada. Los pedidos deben hacerse con un mínimo de 10 días de anticipación, pero si son fechas especiales (como el próximo Día del Padre o las fiestas) deben hacerse con el máximo tiempo posible porque la producción vuela.

Los encargos se hacen a través de sus redes sociales o WhatsApp y se retiran por su taller en Barrio Belgrano (Neuquén Capital). También por esos medios se comunica el stock que hay disponible para retirar en caso de necesitar salir del apuro o cumplir con algún antojo de último momento.

Instagram: @dulce.rococo

Redacción: Agustina López