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Shalom Romy: Artesanías con mucho color y creatividad
Se destaca por el arte plasmado en piezas de vitrofusión y falso vitro. La emprendedora sueña con posicionar aún más su labor.
Romina Benítez Castro es la dueña del emprendimiento. Tiene 44 años y es de Neuquén Capital. La afición por el mundo de las artesanías viene de familia. Tras cinco años desde su creación, sus diseños creativos y llamativos enamoran a quien lo vea.
“Por parte de mi mamá siempre estuvimos con las manualidades, de la creación de varios materiales. Siempre estuvo haciendo talleres. Tengo una tía que por ahí tejen. Yo todavía no aprendí, pero estoy en eso y en distintas cosas. Siempre en casa se hizo algo” comentó la emprendedora. Durante julio del 2018, también se sumó a los talleres donde asistían sus padres. En este sentido, los tres se volcaron a pleno con las artesanías.
Romina siempre fue trabajadora de comercio o vendía productos. Para cambiar de aire, decidió interiorizarse en las ferias para vender ropa nueva o semi-nueva. Luego, incorporó las manualidades que realizaba junto a su familia.
“Me dediqué más al rubro de las artesanías y dejé lo otro. Me empecé a sumar algunas ferias para ver cómo era. Un mundo totalmente nuevo. Primero que no sabes cómo repartir los productos en la mesa. Vas aprendiendo con el día a día inclusive hasta hoy.” Agregó la emprendedora.
Dos años más tarde, suspendieron toda actividad debido a la pandemia. Sin embargo, no fue un impedimento para ella. Con ojo fijo en crear su negocio, aprendió mediante Zoom como hacer su propia marca. Tanto el logo como el nombre tenía que ser destacable, que representara su producto y a ella misma.
“Salió Shalom porque me identifica mucho. Es el saludo y es lo que transmite o lo que me transmite a mí hacer las cosas, que es la paz interior la armonía, el buen deseo hacia la otra persona para que lo disfrute” señaló. Luego, en 2022 comenzó a incursionar en la vitrofusión para ampliar su producción.
Shalom Romy realiza productos tanto en vitrofusión como en falso vitro. Respecto a lo que es vitrofusión podemos encontrar porta sahumerios, adornos de mesa o para colgar. Asimismo, realiza bandejas en distintos tamaños y formas: cuadradas, redondas o con ondas. En ocasiones, la artesana también hizo llamadores de ángel o productos en bijouterie.
Por otra parte, están los productos en “falso vitro”, es decir, el vidrio pintado a mano. Generalmente, son cuadros colgantes con diversos diseños de naturaleza o animales. El mismo tiene una base de madera hecho por su padre, como así también otros trabajos.
Para la producción de nuevas piezas, la artesana verifica el tipo de vidrio disponible y los tamaños. Se utiliza diferentes técnicas dependiendo si es grueso o doble. De esta manera, puede deducir las cantidades y el diseño del producto.
En caso de ser un plato o una fuente, pasa por un proceso de secado para unir los vidrios. Luego, lo dirige a un horno a 800°C. Entre la cocción de la pieza hasta su enfriamiento, puede tardar de uno a dos días. El tiempo varía dependiendo de los horneados que necesite la misma. Finalmente, se realiza una limpieza para remover el polvo del molde. Si el producto final presenta alguna imperfección, se procede a pulirlo.
El emprendimiento tiene sus trabajos manuales fijos. Sin embargo, puede modificarse pequeños detalles según lo requiera el cliente. Este fue el caso de un pedido en época del Mundial de Futbol. “Estaba en la feria del paseo de diseño y tenía las escarapelas. Era una bandera de unos de 25 más o menos de largo. Los había puesto ahí en el stand y una chica me dice “¿No tenés aritos de Argentina?”. Le digo no, pero que le puedo hacer. Ahí salieron los aritos y a pedido de ella los entregué. Después, hice otra tanda y también se vendieron. Sigo haciendo de Argentina y de otros colores de equipos” manifestó.
Pese a tener su trabajo por la mañana, Romina es una fiel asistente a las ferias, sobre todo a Neuquén Emprende. Ni el frío y del cansancio es un impedimento para ir. Desde el 2021, sólo tiene buenas experiencias en este ámbito y le dio un gran empuje a su labor.
“Lo disfruto no solamente por mí, sino por mis padres. También les ha ayudado mucho porque ellos están entretenidos, están al pendiente de hacer las cosas o si tengo que ir a la feria. Por ahí ellos me acompañan. No se animan mucho del trato o de andar en frente del emprendimiento, pero están siempre. Igual que mi ahijado. Tiene 14 años y le gusta, me acompaña. Así que es todo familiar” señaló. En relación con sus compañeros de feria, destacó: “Son muy amables. Nos cuidamos entre nosotros y eso está buenísimo. Por ahí cuando empezás no sabes si va a ser de confianza, si tenés que dar una vueltita y dejas el stand solo. Con algunos ya tenemos más afinidad, nos comunicamos más seguido. Estamos más contentos cuando suena el grupo de Emprende y ya estamos atentos unos con otros”.
El principal desafío para la emprendedora es la disponibilidad horaria. En este sentido, comentó “El tiempo que uno quiere tener y no puede. Con el trabajo de la mañana me cambió todo a mí. Estaba trabajando, pero no todos los días. Era distinto. Desde agosto del año pasado estoy trabajando todos los días y ahí me cortó el tiempo”. A pesar de las circunstancias, se mantiene firme con su labor. “A mí me ayudó en muchas cosas, no solamente porque estaba desempleada, sino para crear y salir a conocer gente. Siempre me gustó una charla con el otro, ir al aire libre. Después de trabajar tanto tiempo en comercio y estar encerrada todo el día, esto es lo mío, más allá de todo lo económico”.
En un futuro, Romina proyecta expandir su emprendimiento y llegar a más personas con sus productos. “Mi idea es que esto siga creciendo mucho más. Últimamente ha crecido mucho gracias a Dios y eso está muy bueno. Hay cosas que uno hace o regala un detalle y después el amigo del amigo va pidiendo. A mí me pasó ahora que mis primos de Mendoza me pidieron productos. Yo le regalé a ellos y los amigos le están pidiendo. También tengo amigos en Buenos Aires que se llevaron algunas cositas y allá ya me estaba pidiendo”.
Sin dudas, las personas ya identifican el emprendimiento por el arte de sus productos. Asimismo, agregó: “Quiero seguir creciendo en todo sentido y por qué no en un futuro, ya sea lejano o corto, tener un local de mi emprendimiento. Acá está todo lo que trabajé y lo que hicimos, porque es familiar. Eso sería para mí sería espectacular. Vivir de esto, estar dependiendo del emprendimiento que te da independencia”.
Si querés conocer más acerca de Shalom Romy, podes visitar su Instagram o contactarte vía WhatsApp.
Instagram: shalomromy
WhatsApp: 299 518-7702
Redacción: Agustina Figueroa.
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