Un clásico que nunca falla: la receta definitiva del flan casero
- descubritudestino
- 4 sept
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Clásico, fácil y lleno de historia: el flan casero argentino es un postre que nunca falla. Descubrí su origen, secretos y cómo hacerlo en casa con pocos ingredientes.

Pocas preparaciones evocan tantos recuerdos de la familia como un buen flan con dulce de leche y crema. Y aunque existen muchas versiones, nada se compara con el sabor y la textura de lo hecho en casa, con ingredientes simples y sin complicaciones.
Postre fácil y noble, llegó con la conquista y colonización española pero hoy ya es un clásico bien argento. Los hay de cajita y sobre, con coco, leche condensada, canela, ralladura de limón y naranja, de café, chocolate… el límite es la imaginación. Si bien las parafernalias en la cocina a veces dan como resultado recetas que hacen tocar el cielo con las manos, hoy estamos melancólicos de lo tradicional así que te traemos un paso a paso sencillo del flan casero con huevos, leche y azúcar cortesía de MacVou.

Primero, un poquito de historia
Todas las variantes que hoy existen de este plato son un indicio de su origen: la receta se remonta a la antigua Roma, donde se llamaba tyropatina, se endulzaba con miel y al servirlo se coronaba con pimienta porque acompañaba las comidas saladas.
El primer detalle del que se tiene registro fue redactado por Marco Gavio Apicio y dice: “Toma leche, la cantidad que calcules para este plato. Mézclala con miel hasta endulzarla. Pon cinco huevos para medio litro, o si es un cuarto de litro, tres huevos. Disuélvelos en la leche hasta que se hagan una sola cosa. Cuélalo en un cuenco de barro cocido y cocínalo a fuego lento. Cuando se cuaje, espolvorea de pimienta y sírvelo”.
Durante la Edad Media pasó a llamarse flado y se transformó en una preparación de huevos cuajados con acompañamientos salados y dulces, como pescado, verduras, frutas, queso y miel. No fue hasta que los árabes pusieron su impronta como expertos en el uso de azúcar para transformar este plato en una opción dulce de una vez por todas.
En Francia y España, el flado llegó a las casas como postre servido con caramelo, en la península ibérica se rebautizó como flan y terminó por desembarcar en América con las conquistas. Obvio que en Argentina le dimos el toque propio, lo llenamos de dulce de leche y crema y lo pusimos en las mesas familiares y en las cartas de bodegones.
Una verdadera receta hecha con particular atención para que el caramelo no se queme, el flan no se pase, el desmolde no se rompa y el acompañamiento no escasee. Una receta que rebosa de sabor y, sobre todo, de cuidado. Tal vez no sea la exagerada cantidad de huevos lo que da su textura, sino todo el amor que lleva detrás (obvio son los huevos pero el cariño algo tiene que ver).
Sacá tu cuadernito de cocina y anotate el paso a paso. Tené en cuenta que esta receta alcanza para un montonazo de porciones; te dejamos los ingredientes, sus cantidades y el detalle de cocción, pero al final va una yapa de proporciones por si querés usar una cantidad menor de ingredientes u obtener menos porciones.

Ingredientes:
Para el caramelo:
100gs de azúcar
Para el flan:
10 huevos
1 litro de leche
250gs de azúcar
Un chorrito de esencia de vainilla
Paso a paso:
Para el caramelo: llevá el azúcar a la hornalla y revolvé constantemente con una cuchara de madera. Cuando tenga color ámbar, ya podés sacarlo o sumarle una cucharada de agua hirviendo para que quede más elástico. Una vez listo, volcalo en el recipiente que va a ir al horno con el flan.
Ahora vamos con el flan: en un recipiente batí los huevos y sumá el azúcar, la leche y la esencia. A medida que incorporás cada ingrediente, mezclá suavemente a mano. Es importante que lo hagas tranqui para evitar que la preparación quede muy espumosa.
Cuando termines de incorporar bien todo, volcá la preparación en el molde con el caramelo. Si querés que quede un flan bien liso, pasá la mezcla por un colador así sacás todas las impurezas que puedan haber quedado como grumos, pedacitos de huevo sin mezclar, etc.
Preparalo para mandar al horno: podés hacerlo directo sobre el suelo (como recomiendan en MacVou) o a baño maría como suele hacerse. Si querés evitar que se forme una costra en la superficie, podés ponerle un papel de aluminio.
Ahora sí, cocinalo a fuego bajo. Si bien el tiempo varía de horno en horno, más o menos lleva una hora de cocción. Cuando lo pinches y el cuchillo salga limpio, sacalo.
Esperá que se enfríe a temperatura ambiente, desmoldá con mucho cuidado para evitar que se rompa, serví, mandale dulce de leche y crema para más placer y atroden nomás.
Yapa para no vaciar la heladera ni tener flan para semanas
Si querés hacer porciones más pequeñas, te dejamos las cantidades exactas para que puedas adaptar la receta:
Con 5 huevos, son 125 gs de azúcar y 500 cc de leche
Si tenés 3 huevos, corresponde 62.5 gs de azúcar y 250 cc de leche
Y si querés algo más peque, mandale 2 huevos, 31.25 gs de azúcar y 125 cc de leche
Redacción: Agustina López
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