Escuelita de Rollers: la movida del patín urbano que conquista las calles de Neuquén
- descubritudestino
- hace 2 días
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Desde 2020, el proyecto impulsa el deporte como medio de transporte y forma de recreación. Con clases para todas las edades y niveles, promueve salud, recreación y movilidad sustentable sobre ruedas.

Desde hace cinco años, las calles de Neuquén son escenario de una danza sobre ruedas. El roller urbano es una expresión que conecta los cuerpos con el ritmo de la ciudad, y Escuelita de Rollers busca domar cada esquina con gracia, velocidad y equilibrio.
Escuchar y controlar el cuerpo, frenar, girar, sortear obstáculos, saltos, derrapes y más. Todo eso es necesario para movilizarse en patines sin perder los dientes en el proceso. Y si bien parece mucho, con el proyecto de Natalia Martínez es posible lograrlo.

El emprendimiento nació en 2020 a partir de una búsqueda personal: a Natalia le hacía tan bien patinar que quiso compartirlo con más personas. “Empiezo la Escuelita con la necesidad de transmitir esto que me genera algo tan lindo, que me hace bien a la salud, a la mente, que me despeja y que me mantiene activa, que me conecta con el presente”, cuenta a Descubrí Tu Destino.
Las primeras clases fueron de nivel inicial, para las pocas personas inscritas y en el Balneario Municipal, que estaba cerrado al tránsito porque seguía en proceso de asfaltado. La propuesta creció con el boca en boca y las redes sociales y hoy, junto a su socia Selene Araya, extendieron los puntos de encuentro por todo Neuquén y Cipolletti, para todos los niveles, edades y disciplinas.

Downhill, aggressive, freestyle, derrapes, jump y speed son algunas de las ramas que enseñan. Las clases están planificadas desde principio a fin: entrada en calor y movilidad, rolleada y elongación. El objetivo es pasar un buen rato, divertirse, desconectar la rutina y lograr una “movilidad libre de humo y verde” para incorporar en la vorágine citadina.
En el nivel inicial, las clases se focalizan en deslizar de manera constante, con patadas correctas y buena postura para controlar la velocidad, y aprender las bases de giros y frenadas. En el nivel principiante se añade el deslizamiento de espalda, una mayor diversidad de frenadas, posturas y patadas, y arrancan las salidas grupales recreativas. Y ya en el nivel intermedio se comienzan a ver las disciplinas para conocer el abanico de posibilidades que el roller urbano habilita. También organizan clínicas y clases especiales para profundizar conceptos y prácticas.

Natalia tiene muchas ideas para profesionalizar este emprendimiento que define con tres palabras: “aprendizaje, inclusión y pasión”. El equipo hizo capacitaciones con Miriam Fatmi, referente a nivel mundial en el deporte; con la Federación Neuquina de Patín y el Comité de Inline Freestyle, para capacitarse como monitores y entrenadores especializados en inline freestyle y slalom.
Han participado de campus locales y en Buenos Aires, y ahora proyectan comenzar a competir en inline freestyle. Por su parte, Natalia además hizo cursos de actividad física, alimentación, recreación, trabajo con discapacidad y más. “Todo lo que encuentro que sea afín a lo que estoy haciendo, lo tomo. Actualmente estoy haciendo una tecnicatura en Deporte Social”, cuenta.

Escuelita de Rollers nació desde la necesidad de compartir una pasión. Si bien con el tiempo creció y las clases mutaron, su fundadora sostiene que el objetivo se mantiene igual: “que la gente disfrute de patinar en el ámbito que sea”.
Sin embargo, la práctica del roller en el ámbito urbano como medio de transporte aún encuentra sus piedras en el camino. “Todo esto se trata de convivencia, son espacios públicos y tenemos que aprender a convivir y respetarnos. La municipalidad está poniendo alguna cartelería en la bicisenda haciendo aclaración de que es un espacio de uso compartido tanto para bicis como para peatones, pero bueno, sigue siendo un tema que hay que trabajar”, afirma.

“Me surge la necesidad de proyectar formalidad al deporte, entonces armé un proyecto que hace poco lo presenté a Ignacio Russo (subsecretario de Deportes de la Provincia de Neuquén). Por ahora está bastante verde pero por lo pronto creemos que hay una necesidad de más escuelitas, profes y espacios”, menciona.
Para quienes quieren comenzar, la autodidacta acerca unas palabras de aliento: “Si algo le llamó la atención del patín, tiene que intentarlo. Hay que escuchar esos llamados. Buscate alguien de confianza, ponete protecciones, ponete casco, buscate un lugar seguro, sumate a alguna clase, hacelo solo, agarrate alguna silla… pero animate”.
Además, destaca que “rollear te conecta con vos, con el presente, nos activa todo el cuerpo, nos mantiene saludables, nos hace conocer gente, nos hace conocer la ciudad y nos hace movernos y expresarnos de otra manera. A la persona que no se anima, le digo que se anime (risas), que no se va a arrepentir”.

Para empezar en el camino del patinaje, Natalia recuerda los indispensables: protecciones y casco, ropa cómoda y segura y, si se desliza de noche, usar luces o algún detalle que resalte en la oscuridad. “Con las protecciones y casco evitamos muchísimas lesiones, podemos salvarnos la vida. Cuando estamos sobre ruedas, siempre tenemos un riesgo mayor que si estamos en zapatillas, entonces siempre es bueno usar las protecciones y el casco, más en una etapa de aprendizaje”.
Instagram: @escuelitaderollers
Redacción: Agustina López
Crédito de las fotos: Daniel Merino (@dmmediadm)
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