Pastelitos argentinos caseros: receta tradicional y paso a paso para hacerlos perfectos

Descubrí cómo preparar los clásicos pastelitos de membrillo o batata con esta receta artesanal. Un sabor nostálgico que une familias y celebra las tradiciones argentinas.

Cuando suena el crujido de la fritura, el aroma inconfundible del patriotismo llega a los hogares de cada rincón del país. Los pastelitos crujientes, dorados y rellenos con dulce de membrillo o batata son historia que se cocina a fuego lento.

Su origen data de la época colonial. Los españoles trajeron la costumbre de realizar postres con masa hojaldrada, pero las y los argentinos la hicieron propia con ingredientes autóctonos como el membrillo y la batata. Se dice que en los festejos del Primer Gobierno Patrio las mujeres caminaban por las calles con canastas en la cabeza llenas de pastelitos al grito de: “Pastelitos calientes que queman los dientes”.

Las manos curtidas de las abuelas que muestran a sus nietos la receta que pasó de generación en generación. Las familias que se reúnen para compartir un momento en unión, porque los pastelitos se preparan en equipo. Las ollas populares que sirven platos tradicionales y calentitos para que nadie se quede sin su porción, y donde los pastelitos se comparten con unos mates durante la tarde.

Los pastelitos no solo se comen: se esperan. Se fríen con expectativa. Se comparten con bebida caliente y anécdotas. Porque si hay algo que une a los argentinos tanto como el fútbol y el asado, es esa capacidad de ponerle corazón a la gastronomía.

Nunca es tarde para homenajear a la patria, así que te dejamos la receta de la panadería y pastelería artesanal Pierre & H (@pierreh.nqn) para revivir sabores de la infancia o para crear nuevas tradiciones en casa con aroma a raíces argentinas. Se trata de la preparación que es furor en Neuquén: el local agota su stock cada vez que los lanza, así que dictaron un taller para que las y los fanáticos de la cocina nacional puedan hacerlos en casa, y hoy los acercan a las y los lectores de Descubrí Tu Destino.

Vas a necesitar:

• 1 kg de harina 0000

• 1 cucharadita de sal fina (10 gr) 

• 1 cucharada de vinagre

• 450 gr de agua 

• 1 cucharada de grasa (30 gr) 

• 250 gr de grasa blanda para empastar 

• Cantidad necesaria de almidón de maíz

• 500 gr de dulce de membrillo, batata o batata con chocolate en barra 

• 2 kg de grasa para freír 

• Termómetro

Ya podés poner manos a la masa:

1. Por un lado mezclá la harina con la sal, y por otro mezclá el agua y el vinagre. Una vez que ambas preparaciones están listas, unificalas bien y añadí la cucharada de grasa.

2. Amasá, amasá y amasá. Cuando llegues a tener una masa bien lisa, estirala en un rectángulo de 40 x 20-25 cm y dejalo reposar en frío por 1 hora.

3. Pasado el tiempo, estirá un poco más la masa hasta lograr un grosor de 1 cm.

4. Ahora comienza un proceso que vas a repetir tres veces, así que leé con atención para racionar bien las cantidades de la grasa blanda: empastá la grasa sobre la preparación, espolvoreá un poco de almidón, hacé una vuelta simple y dejá reposar durante 1 hora o un poco más.

5. Repetí el paso anterior dos veces más. Es decir, en total la masa va a llevar 3 vueltas simples.

6. Luego del último descanso en frío, estirá la masa hasta que tenga un grosor de 3 mm aproximadamente, y cortá en cuadrados de la medida deseada. En la panadería los hacen de 10 x 10 cm, pero también pueden hacerse de 6 x 6 u 8 x 8 cm.

7. Cuando tengas los cuadraditos listos, colocá en el centro de la mitad de las porciones un cubo del dulce elegido, humedecé un poco con rociador y colocá la otra tapita encima de modo tal que quede formada una estrella.

8. Cerrá la masa presionando alrededor del cubito de dulce y levantá los extremos para formar los pliegues.

9. Empieza lo lindo: la fritura en grasa en 2 pasos. El primero se hace a 130° con los pastelitos boca arriba. Una vez que suben en el líquido y la masa se endurece, dalos vuelta (van a quedar boca abajo) y hacé la segunda fritura a 165°. La fritura en dos pasos sirve para que la masa se abra, el hojaldre tome protagonismo y que los pliegues se cocinen bien para evitar secciones crudas.

10. Y listo, servilos con tu topping favorito, esperá que se enfríen (o no, y pelate los dientes) ¡y atroden nomás!