LeChechú: juguetes artesanales y reciclados que ayudan a las infancias a expresar sus sentimientos
- descubritudestino
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Una opción lúdica y sustentable para fomentar la creatividad, motricidad e inteligencia emocional en niñas y niños. El emprendimiento de Cecilia Ailín Sánchez se plantea como una alternativa frente a las pantallas.

En el corazón de Neuquén Capital, existe un emprendimiento que hace juegos y juguetes creativos, didácticos y con material reciclado. El taller de LeChechú rebosa de formas, caras y tamaños, todo pensado para que las y los más chicos se diviertan mientras aprenden a reconocer y expresar sus emociones, a la vez que ejercitan la motricidad y el ingenio.
Lo que empezó como un hobbie, muy pronto se convirtió en un proyecto para Cecilia Ailín Sánchez. “LeChechú nace en 2018. Estaba estudiando en Buenos Aires y aprendiendo carpintería, y decidí volver al Valle y comenzar a hacer juguetes para la primera infancia”, cuenta la artesana autodidacta a Descubrí Tu Destino.

A partir de su formación en la escuela técnica, primero armó propuestas que le interesaban a ella, que había visto en otro lugar o que recordaba de su infancia y de la de sus amistades. “Siempre fui bastante malaza, mis cortes eran bastante chuecos y los encastres había que rellenarlos para que quedaran bien. En el colegio me frustraba bastante por el resultado de mis trabajos pero igual me gustaba mucho el momento de taller. Siempre estuve rodeada de personas que trabajaban la madera, entonces de a poco fui aprendiendo el oficio de la carpintería”, recuerda.
Como todo proceso creativo, esos primeros pasos abrieron las puertas para que la imaginación volara, y hoy su espacio está colmado de muñequitas con expresiones: “no siempre estamos felices. Entonces tener un juguete que llore o que esté serio, pensativo, amplía el universo imaginario de las infancias y ayuda a representar sentimientos”. También se ven autos, camiones, robots, gatitos, juegos de ingenio como ajedrez, hasta prismas y cubos para aprender conceptos matemáticos.

Así como el proyecto está orientado a las infancias, también la propia niñez de la artesana se hace presente. “Siempre jugaba a construir cosas, juntaba insectos, palitos y hojas de distintos colores en otoño. Siempre me llamó la atención lo que provenía de la naturaleza”, destaca.
Por eso, además de artesanales, sus creaciones son hechas con madera reciclada. “Una vez escuché que la madera es el primer material que se va a extinguir y para no fomentar eso me pareció lindo, más bien un desafío, que la materia prima sea recuperada: trabajar con madera que ya exista en forma de mueble o que sea un descarte de carpinterías”, afirma.

Como sus materiales son requechos que buscan una segunda vida, son estos los que le dictan en qué quieren convertirse: “a veces la misma pieza me propone para qué quiere ser usada. Una forma, una curva o una marca me guían a la hora de decidir si va ser parte de una expresión, o si se recorta y es un acoplado de camioncito”, menciona Cecilia.
El corte, la pintura, la caracterización, la vestimenta, todo es hecho a mano por lo que la creación de una pieza puede llevar desde minutos hasta días. Por eso, en caso de querer un juego o juguete personalizado, debe pedirse con la mayor anticipación posible. “Para trabajos a pedido, pido una imagen de un modelo que quieran representar para guiarme. A veces me piden que la muñequita tenga algunas características parecidas a una persona, como el tipo de pelo o el color de la piel; también se pueden hacer gatitos que se parezcan a gatitos reales”, sostiene.

Cecilia además dicta cursos para que niñas y niños aprendan a hacer sus propios juguetes y pierdan el miedo a usar herramientas. Asegura que “una vez que saben cómo usar una sierrita o cómo se pone un tornillo, van generando una autonomía para crear lo que imaginen”. Durante la tarde está en la Biblioteca Popular Eliel Aragón y en la Biblioteca Popular Pehuén, y durante la mañana lo hace en Nave Cultural (donde además se encuentra su taller).
Pero el emprendimiento no es solo una manera para que las infancias se expresen, sino también un canal donde ella misma pone en jaque su creatividad. “Claro que sí me expreso a través de los juguetes. Es la excusa para seguir jugando y creando siendo una adulta. Es muy importante mantener espacios de juego en todas las etapas de la vida. También es recomendado en adultos mayores”, cuenta.

“Emprender desde lo artesanal es un desafío muy grande porque implica transformar la materia y al mismo tiempo definir una función en el objeto que estamos creando; que sea bello estéticamente, accesible y elegido por los niños en un mundo donde cada vez a menor edad adquieren celulares y entran al mundo de las pantallas”, concluye la artesana de este emprendimiento didáctico y emotivo.
¿Dónde pueden encontrarse los productos de LeChechú?
Nave Cultural (@naveculturalnqn)
Feria Cambalache (@cambalachecolectivo)
Feria de Artesanos de Neuquén (@feriaartesanaldeneuquen)
Feria de Productores y Artesanos de China Muerta (@feriachinamuerta)
Instagram: @lechechu
Redacción: Agustina López
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