Malaquita Bijou: Los collares más fashion de Neuquén

“Me acuerdo el momento en el que me crucé en la calle con una chica que no conocía, y tenía mi collar. Fue re lindo”, comentó la emprendedora. Su don creativo la impulsó a crear una variedad de collares únicos e irrepetibles.

Detrás del emprendimiento está Sofía Juárez. Tiene 28 años y es de Neuquén Capital. Cursa el tercer año de Psicología Social y está pronta a recibirse de Licenciada en Criminología y Ciencias Forenses. Hace siete años, decidió tener su propio emprendimiento de accesorios.

Su primer acercamiento con la bijoutería fue septiembre del 2016. “Tenía el cumpleaños de una tía y yo ya tenía listo lo que me iba a poner, pero me faltaba un accesorio. Después de salir de la facultad, me fui con una compañera a recorrer locales de accesorios en Cipolletti y no me gustaba ninguno. No era lo que yo me imaginaba en un collar. Entonces, pasé por una mercería y compré un par de cadenas. Mi compañera me dice “¿Por qué no lo haces vos?” y dije “Bueno, dale”. Compré un par de cadenas, unos dijes y me hice un collar” recordó Sofía.

Acto seguido, subió una foto en Facebook para mostrar su trabajo, pero sin intensión de vender. Para su sorpresa, recibió muchos halagos por parte de los usuarios y le pedían su contacto. Después de meditarlo, la joven puso manos a la obra para crear su propio negocio de accesorios. Sus conocimientos acerca de la bisutería los adquirió de forma autodidacta.

Sin embargo, este año decidió ir a un curso de joyería básica. Su lado artístico lo tiene presente desde niña. Al venir de una familia en la que todas las personas expresan la creatividad de diferentes maneras, pero siempre presente, pintoras, como su mamá y su abuela, adquirió esa capacidad. Ella pasaba sus tardes mirando Art Attack o Bricolaje mientras realizaba manualidades. Asimismo, asistió a una escuela de títeres, por la cual le brindó la posibilidad de explorar su creatividad y potenciarla aún más.

El producto estrella de Malaquita Bijou son los collares. Son hechos con metálico quelado, el cual tiene una buena calidad y durabilidad.

“Si vos cuidas al collar dura un montón. Yo tengo collares de cuando recién empecé. Es cuestión también de limpiarlos, de mantenerlos, de no mojarlos” señaló la dueña.

Para aquellos alérgicos al material, tienen opciones de cordón o plástico. Los diseños disponibles en collares son infinitos. Pueden variar en sus dijes en formas triangulares, estrellas, corazones, mano de Fátima, entre muchos otros. A su vez, pueden contener piedras con distintos tamaños y colores.

Por otro lado, la emprendedora realiza aros y difusores de luz, o los llamados “atrapasoles”. Para algunos de sus productos, ella combina técnicas con otros materiales como el macramé, cordones o alambrismo fino.

En fechas especiales, lanza a la venta productos en ediciones limitadas. Es decir, una vez que se venden, no se vuelve a repetir. Por ejemplo, para San Valentín fabricó portas llaves y portas bijouterie. Para el Día de la Amistad, creó unos llaveros con forma de palta. Asimismo, en una época pintó camperas de jean y le quedó algunas en stock. Sin embargo, pausó su continuidad y en verano las volverá a vender. Recientemente, lanzó la posibilidad arreglar collares rotos y darle una segunda vida.

A pesar de realizar otros productos, la emprendedora es fiel a los collares. El toque característico de su labor es la exclusividad en los diseños. “Tengo un stock variado, pero lo que ofrezco son diseños únicos. Por ejemplo, no es que voy a sacar el collar “Sofía” y voy a hacer 20 collares. Yo ofrezco algo único. Vos te lo llevas y es único, irrepetible. Eso por ahí una marca registrada”.

Sofía se encarga desde el armado de los collares hasta su venta. A su labor le dedica todas las mañanas y, en ocasiones, las tardes. En un día de producción, comienza eligiendo los insumos por internet, ya sean cadenas, dijes, cordones y demás. Cuando tiene todos los materiales necesarios, es el momento de la creación. La joven comentó que todo el tiempo se le ocurren ideas. En ocasiones, con sólo ver un dije puede imaginar el diseño completo del collar. Con prueba y error, termina sus productos y sube fotos a las redes sociales para promocionarlos.

Malaquita Bijou suele estar presente en la Feria Germinar y, cada uno o dos meses, en la Feria Ohana. Además, asiste a otros sitios mediante la van invitando. “A veces te invitan a un showroom, a veces me dicen de una feria que la organiza mi amiga y te invita. Eso está re lindo. Es una comunidad re linda de emprendedores acá de Neuquén” destacó la dueña.

Uno de los momentos más emocionantes para Sofía como emprendedora, fue cuando reconoció su producto por la calle. “No me acuerdo bien a quién le vendí, pero sí me acuerdo el momento de haberme cruzado en la calle una chica, que no conocía, con mi collar. Fue re lindo, como “¡Ay! Ese collar lo hice yo”. Aparte no era que había pasado tres años del emprendimiento, sino que me lo crucé así” señaló.

El principal contratiempo de la emprendedora es el compromiso de algunos clientes para retirar el producto. En ocasiones, tiene el collar preparado para entregar y la persona no contesta los mensajes o desaparece. Sin dudas, le generó malestar su falta de cumplimiento, además del desperdicio de tiempo y packaging. Debido a estas situaciones, pide seña para guardar el pedido.

Con respecto a su futuro, Sofía quiere mantener su emprendimiento como un hobby mientras continúa sus estudios. “Es un momento de disfrute. Es un momento para mí que me dedico a mí misma. Si el día de mañana tengo un trabajo formal relacionado con las carreras, yo no me imagino dejando de crear. Capaz que se pueda llegar a transformar el emprendimiento en ventas online, pero no me imagino dejándolo” comentó. Además de ser un trabajo, desde niña lleva su pasión por las manualidades y no se visualiza cerrándolo de forma permanente.

Para averiguar más acerca de Malaquita Bijou y sus productos, pueden visitar sus redes sociales.

Instagram: MalaquitaBijou

Facebook: MalaquitaNqn

Redacción: Agustina Figueroa